Según el Ministerio de Salud el consumo de sal en Argentina es de 12 a 13 gramos por día por habitante, más del doble de lo que deberíamos consumir.
Nuestro organismo, a través de los riñones, puede eliminar hasta 5 gramos de sal por día. Si ingerimos más de esa cantidad, el sodio se acumula y produce retención de agua, lo cual incrementa el volumen de líquido circulante y eleva la presión arterial, además de dañar los riñones. Esto conlleva a un mayor riesgo de enfermedades crónicas, como la hipertensión arterial, insuficiencia cardíaca y la enfermedad cerebrovascular.
Según el Ministerio de Salud el consumo de sal en Argentina es de 12 a 13 gramos por día por habitante (más del doble de lo que deberíamos consumir). El 60% de la sal que se consume proviene de los alimentos procesados (envasados, enlatados, congelados, panificados, snacks), y el resto es la sal que agregamos a las comidas.
Se estima que, disminuyendo solo 3 gramos de sal de la dieta de la población, se evitaría el 10% de la mortalidad por enfermedad cardiovascular y con la reducción de 1 gramo de sal del consumo diario de toda la población se evitarían unos 20.000 eventos cardiovasculares y cerebrovasculares por año y alrededor de 2.000 muertes.
El consumo excesivo de sal es el principal factor de riesgo de hipertensión en la población. La hipertensión constituye la principal causa de muerte prematura y la segunda de discapacidad por enfermedades no transmisibles como el infarto, los accidentes cerebrovasculares y las enfermedades renales.
La población de la región de América Latina consume mucha más sal que los 5 gr diarios recomendados por la OMS. En Argentina, según datos del Ministerio de Salud de la Nación, el consumo de sal por persona ronda los 12 gr diarios.
La mayoría del sodio que se consume habitualmente proviene de los alimentos procesados o industrializados, donde los consumidores no tienen participación ni conocimiento sobre la cantidad de sal agregada. En nuestro país se calcula que entre el 65% y el 70% de la sal que se consume proviene de dichos alimentos.
Las consecuencias para la salud del consumo excesivo de sal no están limitadas solamente a las personas con hipertensión arterial. Es por eso que las recomendaciones para disminuir su ingesta están destinadas a toda la población incluyendo adultos, niños, niñas y adolescentes.
En la Argentina, según la 3º encuesta nacional de factores de riesgo (2013), el 34.1% de la población adulta es hipertensa y el consumo diario de sal duplica las recomendaciones de la OMS. Si se logra reducir el consumo de 5gr. diarios de sal, se podrían evitar hasta 1 de cada 4 ataques al corazón o accidentes cerebrovasculares y por cada gramo menos de sal en la dieta, se podrían evitar 20.000 eventos cardiovasculares al año.
Fuente: OPS, FIC Argentina
Según el ministerio de Salud:
Según el ministerio de Salud:
Fuente: Fuente: Dr. Héctor Pittaluga - Director Programa de Control de Calidad de Alimentos PROCAL. Fundación Bioquímica Argentina