Continuemos implementando las medidas sanitarias
Argentina lleva en concreto diez meses con el virus circulando en mayor o menor medida, pero al igual que sucedió en Europa tras la llegada de las temperaturas altas y la relajación de la población con las medidas para prevenir el contagio, comenzó el temido rebrote.
A pesar de haber comenzado con la vacunación estamos muy lejos de tener un número de vacunados que pueda revertir esta situación. De igual modo, es inevitable que haya brotes de casos hasta que se alcance un umbral suficiente de protección en la población, esto es, la inmunidad de rebaño. Las nuevas estimaciones cifran en menos del 50% esa proporción de inmunizados de forma natural que es necesaria para frenar la pandemia.
Lo cierto es que todo parece indicar que el distanciamiento social, el uso del tapabocas y la higiene de manos se quedarán por un largo tiempo entre la población.
En primer lugar debemos tener en cuenta que el coronavirus tiene diferentes tiempos de supervivencias dependiendo de la superficie donde se encuentre.
Sabemos que el contagio es directo a través de las gotitas que potencialmente nos puede transmitir una persona que padezca esta enfermedad y que tosa o estornuda cerca de nosotros. Pero no es la única vía de contagio.
La vía indirecta también nos puede generar esta enfermedad, la llamada contaminación cruzada indirecta. Al tocar una superficie u objeto que tenga partículas virales y luego se toca la boca, la nariz o los ojos, sería el ejemplo más común.
El tiempo de supervivencia del coronavirus puede ir de algunas horas hasta tres días.Por esto, se reitera la importancia del lavado de mano, ahora en plena crisis de pandemia como también cuando esto pase, pero que permanezca en nosotros como un hábito de todos los días y a cada momento.
Existen diferentes tipos de desinfectantes, pero para las superficies, se recomienda usar alcohol que contengan una concentración al 70%. (Siete partes de alcohol más tres partes de agua).