Gripe Aviar

Compartir en:


La influenza aviar es una enfermedad viral altamente contagiosa que afecta tanto a las aves domésticas como a las silvestres. Aunque con menos frecuencia, también se aislaron virus de influenza aviar en especies de mamíferos, así como en seres humanos. Esta enfermedad compleja está causada por virus divididos en múltiples subtipos (es decir, H5N1, H5N3, H5N8, etc.), cuyas características genéticas evolucionan con gran rapidez.

Las aves silvestres pueden portar normalmente virus de influenza aviar en sus conductos respiratorio o intestinal, pero en general no se enferman, pero si la transmiten a otras aves. Históricamente han sido conocidas como reservorios y vectores de virus de influenza aviar. Por lo que podría decirse que es el principal factor de riesgo de entrada del virus, junto con el comercio ilegal de aves.

Características de la enfermedad

Existen infinidad de subtipos de virus de influenza. Las diferencias antigénicas entre ellos se basan en el subtipo de la hemoaglutinina (H) y de la neuraminidasa (N) presentes.

Los subtipos que afectan a las aves son específicos de estas y las infecciones en las aves domésticas, incluidos pavos, pollos, gallinas, perdices, gallinas de guinea, codornices, faisanes, gansos y patos varían desde infecciones respiratorias leves o subclínicas, hasta la presentación aguda y generalizada con severa mortalidad.

Históricamente, los problemas más severos de influenza aviar han sido causados por virus de los subtipos H5 y H7, los que inicialmente pueden presentarse como de baja patogenicidad y después por mutación en su hemoaglutinina, se transforman en virus de alta patogenicidad.

Durante el siglo XX los brotes más importantes de IA han sido producidos por virus de los subtipos de H5N1, H5N2, H5N3, H5N8, H5N9, H7N1, H7N3, H7N4 y H7N7. Los virus pertenecientes al subtipo H9, se han presentado en ocasiones con mediana patogenicidad. La IA es una enfermedad altamente contagiosa, que tiene como principales huéspedes a gallinas, pollos y pavos, aunque es probable que todas las especies aviares sean susceptibles a la infección. En algunos casos la enfermedad se presenta con pocos signos clínicos o bien en forma fulminante, matando a las aves, sin que se observen signos previos. Las tasas de morbilidad y mortalidad son muy variables. Lo que más frecuentemente se observa, es una alta morbilidad y baja mortalidad, sin embargo, en el caso de virus altamente patógenos la morbilidad y la mortalidad pueden alcanzar al 100 %.



Cuadro clínico

El período de incubación es en promedio de tres días (con un rango de 24 horas a siete días).

Según el Código Sanitario para los Animales Terrestres de la OIE, el período de incubación de la influenza aviar altamente patógena es de 21 días. Los signos y síntomas son muy variables. Las aves enfermas pueden reflejar alteraciones en los sistemas respiratorios, digestivo, reproductor y nervioso.

Los signos más frecuentes son: disminución de la actividad locomotriz, reducción del consumo de alimentos, emaciación, problemas respiratorios incluyendo tos, estornudo, estertores, plumaje erizado, edema de la cabeza y cara, cresta y barbillas cianóticas y en ocasiones necróticas, desórdenes nerviosos, diarrea y en gallinas disminución de la postura.

Según indicaron desde el Ministerio de Salud Argentino, por el momento “la enfermedad no se transmite a las personas por medio del consumo de carne aviar y sus subproductos. Por lo tanto, no hay peligro en la ingesta de estos alimentos”.

El riesgo de transmisión a humanos es bajo, y puede ocurrir cuando las secreciones o excretas de aves infectadas son inhaladas por las personas o el virus toma contacto con las mucosas de boca, nariz u ojos.

El principal factor de riesgo para las personas es la exposición a aves de corral infectadas, vivas o muertas, o a espacios contaminados por el virus, como los mercados de aves vivas (EFE)

¿Cuál es el riesgo en humanos?

Si bien el riesgo de transmisión es considerado bajo, las personas consideradas expuestas son aquellas que hayan tenido contacto directo sin protección adecuada con animales infectados (vivos o muertos) o con sus entornos contaminados.

El desplume, la manipulación de cadáveres de aves de corral infectadas y la preparación de aves de corral para el consumo, especialmente en entornos domésticos, también pueden ser factores de riesgo.

La OMS señala que “aunque se cree que la transmisión de la influenza aviar de persona a persona ocurrió en algunos casos cuando hubo contacto cercano o prolongado con un paciente, hasta la fecha no se ha identificado ninguna transmisión sostenida de persona a persona”. Desde 2003 a 2022 (19 años), a nivel mundial se notificaron 868 casos de Influenza aviar en humanos.

¿Cuáles son los síntomas en las personas?

Pese al bajo riesgo de transmisión a seres humanos, lo cierto es que ocurre. Según indicaron desde la OMS, tanto este virus como "otros virus gripales de origen zoonótico pueden afectar a los humanos, causando enfermedades que van desde infecciones leves de las respiratorias superiores (fiebre y tos) hasta neumonía, choque séptico o síndrome de distrés respiratorio agudo"

Los síntomas gastrointestinales son más frecuentes en los casos de infección por virus A(H5N1). Con los virus A(H7) se han descrito casos de conjuntivitis. La infección se manifiesta principalmente con síntomas respiratorios. Algunas características, como el periodo de incubación, la gravedad de los síntomas y el desenlace clínico varían en función del virus causante.

“Los síntomas de afección de las vías respiratorias superiores como la faringoamigdalitis o el coriza son menos comunes. También se han notificado otros síntomas como diarrea, vómitos, dolor abdominal, sangrado por la nariz y las encías y dolor torácico en la evolución clínica de algunos pacientes”, detalla la agencia sanitaria internacional.




¿Cómo prevenir el contagio de gripe aviar?

El Ministerio de Salud de la Nación elaboró una serie de recomendaciones para la población general, a fin de evitar la propagación del virus.

  • Lavado frecuente de manos con agua y jabón o usar desinfectantes a base de alcohol
  • Evitar el contacto directo con aves silvestres y, de ser posible, solo observarlas desde lejos.
  • Evitar tener contacto sin protección con aves de corral que parecen estar enfermas o muertas.
  • En relación a aves en grandes ciudades (gorriones, palomas) el riesgo se considera muy bajo ya que estas aves no se han mostrado hasta el momento muy susceptibles al virus.
  • En caso de encontrarse algún ave enferma o muerta, evitar el contacto y dar aviso a las autoridades sanitarias del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA).
  • No tocar superficies que podrían estar contaminadas con saliva, mucosa o heces de aves silvestres o de corral.
  • Actualmente, no hay restricciones para viajar a zonas afectadas por influenza aviar. Sin embargo, se recomienda que las personas que viajan a zonas con brotes de influenza aviar tomen las medidas de prevención necesarias para evitar el riesgo de contraer la enfermedad.

Vías de notificación

Cualquier persona puede notificar al Senasa si identifica mortandad, signos nerviosos, digestivos y/o respiratorios en aves silvestres o de corral, a través de los siguientes canales:

En la oficina del Senasa más cercana –personalmente, por teléfono 11 5700 5704; a través de la App para dispositivos móviles “Notificaciones Senasa”, disponible en Play Store; escribiendo un correo electrónico a notificaciones@senasa.gob.ar, a través del apartado Avisá al Senasa de nuestra página web.

Para más información, puede consultar el portal del Programa Nacional de Sanidad Aviar.