Resistencia a los antibióticos

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Qué es la resistencia a los antibióticos y por qué es un problema mundial

Los antibióticos son medicamentos que combaten las infecciones bacterianas. Usados correctamente, pueden salvar vidas pero hay un creciente problema mundial de resistencia a antibióticos. Esto ocurre cuando las bacterias mutan (se transforman) y se vuelven capaces de resistir los efectos de un antibiótico. El uso de antibióticos puede llevar a la resistencia. Cada vez que toma antibióticos, las bacterias sensibles mueren. Pero gérmenes resistentes pueden crecer y multiplicarse y se pueden propagar a otras personas.

La OMS advierte que:

  • La resistencia a los antibióticos es hoy una de las mayores amenazas para la salud mundial, la seguridad alimentaria y el desarrollo.
  • La resistencia a los antibióticos puede afectar a cualquier persona, sea cual sea su edad o el país en el que viva.
  • La resistencia a los antibióticos es un fenómeno natural, aunque el uso indebido de estos fármacos en el ser humano y los animales está acelerando el proceso.
  • Cada vez es mayor el número de infecciones —por ejemplo, neumonía, tuberculosis, gonorrea y salmonelosis— cuyo tratamiento se vuelve más difícil debido a la pérdida de eficacia de los antibióticos.
  • La resistencia a los antibióticos prolonga las estancias hospitalarias, incrementa los costos médicos y aumenta la mortalidad.

Alcance del problema

La resistencia a los antibióticos está aumentando en todo el mundo a niveles peligrosos. Día tras día están apareciendo y propagándose en todo el planeta nuevos mecanismos de resistencia que ponen en peligro nuestra capacidad para tratar las enfermedades infecciosas comunes. Un creciente número de infecciones, como la neumonía, la tuberculosis, la septicemia, la gonorrea o las enfermedades de transmisión alimentaria, son cada vez más difíciles, y a veces imposibles de tratar, a medida que los antibióticos van perdiendo eficacia.

Allí, donde los antibióticos se pueden adquirir sin receta médica para uso humano o veterinario, la aparición y propagación de la farmacorresistencia empeora.

Como ayudar a prevenir la resistencia a los antibióticos:

  • No use antibióticos para virus como los del resfriado o la gripe. Los antibióticos no funcionan en los virus.
  • No presione a su médico que le dé un antibiótico.
  • Cuando tome antibióticos, siga las instrucciones con cuidado. Termine su medicamento aunque se sienta mejor. Si interrumpe el tratamiento demasiado pronto, algunas bacterias pueden sobrevivir y volver a infectarle.
  • No guarde los antibióticos para más tarde o use la receta de otra persona.

Prevención y control

La resistencia a los antibióticos se acelera con el uso indebido y abusivo de estos fármacos y con las deficiencias de la prevención y control de las infecciones. Se pueden adoptar medidas en todos los niveles de la sociedad para reducir el impacto de este fenómeno y limitar su propagación.

Para prevenir y controlar la propagación de la resistencia a los antibióticos:

La población general puede:

  • Tomar antibióticos únicamente cuando los prescriba un profesional sanitario certificado.
  • No pedir antibióticos si los profesionales sanitarios dicen que no son necesarios.
  • Seguir siempre las instrucciones de los profesionales sanitarios con respecto al uso de los antibióticos.
  • No utilizar los antibióticos que le hayan sobrado a otros.
  • Prevenir las infecciones lavándose frecuentemente las manos, preparando los alimentos en condiciones higiénicas, evitando el contacto cercano con enfermos, adoptando medidas de protección en las relaciones sexuales y manteniendo las vacunaciones al día.
  • Preparar los alimentos en condiciones higiénicas tomando como modelo las cinco claves para la inocuidad de los alimentos de la OMS (mantener la limpieza; separar alimentos crudos y cocinados; cocinar completamente; mantener los alimentos a temperaturas seguras; y usar agua y materias primas inocuas), así como elegir alimentos para cuya producción no se hayan utilizado antibióticos con el fin de estimular el crecimiento ni de prevenir enfermedades en animales sanos.

Los profesionales de la salud pueden:

  • Evitar las infecciones velando por la limpieza de las manos, el instrumental y el entorno.
  • Prescribir y dispensar antibióticos solo cuando sean necesarios, de conformidad con las directrices en vigor.
  • Notificar las infecciones resistentes a los antibióticos a los equipos de vigilancia.
  • Informar a los pacientes sobre cómo tomar los antibióticos correctamente, la resistencia a estos fármacos y los peligros de su uso indebido.
  • Informar a los pacientes sobre cómo se pueden prevenir las infecciones (por ejemplo, vacunándose, lavándose las manos, velando por la seguridad de las relaciones sexuales o cubriéndose la boca y la nariz al estornudar).

Impacto

Cuando ya no se pueden tratar las infecciones con los antibióticos de primera línea es necesario emplear fármacos más caros. La mayor duración de la enfermedad y del tratamiento, a menudo en el medio hospitalario, incrementa los costos de la atención sanitaria y la carga económica para las familias y la sociedad.

La resistencia a los antibióticos está poniendo en riesgo los logros de la medicina moderna. Si no disponemos de antibióticos eficaces para prevenir y tratar las infecciones, los trasplantes de órganos, la quimioterapia y las intervenciones quirúrgicas se volverán más peligrosas.