Seguridad alimentaria

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¿Cómo comprar alimentos seguros?

Todo sabemos la conveniencia sobre no romper la cadena de frío en los alimentos. Muchas veces exigimos que los expendedores, comercios o supermercados, controlen y mantengan sus heladeras en correctas condiciones de refrigeración, pero nos olvidamos que el consumidor es el último eslabón de la cadena alimentaria y también depende de nosotros que los alimentos lleguen a nuestros hogares en buenas condiciones.

Si realizamos la compra en un supermercado donde en general son integrales, lo primordial es recordar siempre que los alimentos más delicados, es decir los refrigerados o congelados deberán siempre tener el menor tiempo de exposición a temperatura ambiente.

El circuito de compra seria el siguiente:

  • Iniciaríamos el recorrido por el área de artículos de limpieza.
  • Luego en las góndolas de conservas, por tratarse de alimentos que no requieren refrigeración, al igual que harinas, yerbas, azúcar, fideos, etc. Es decir productos “no perecederos”
  • El siguiente alimento a incorporar serian las frutas, hortalizas y verduras, que si bien no deben estar expuestas a altas temperaturas, no es tan exigente para mantener la inocuidad de estos productos.
  • Luego podemos incorporar a nuestro carro alimentos refrigerados. En este grupo tenemos alimentos como, carnes, pescados, yogures, lácteos en general, pastas frescas, etc. Este grupo es de alto riesgo y es a partir de este sector donde nuestros tiempos serán determinantes para no deteriorar a los alimentos.
  • Por último pasaremos por el área de productos congelados y súper congelados que son los más delicados y donde el tiempo de exposición y la temperatura aún son más exigentes.
“Para alimentos refrigerados, congelados y súper congelados, debemos recordar que el tiempo máximo para mantenerlos a temperatura ambiente es de dos horas, siempre y cuando no estemos en períodos estivales con alta temperaturas, en este caso se recomienda que el tiempo sea el menor posible”.

Es recomendable mantener los alimentos que requieren refrigeración, juntos dentro del carro, para mantener durante más tiempo la temperaturas de ellos y no se disperse con otros alimentos que no la necesitan y que por otros lado la absorberían.

Todos estos pasos finalizarían con el pasaje por caja y el traslado a nuestros hogares en el menor tiempo posible.

Cuanto menor sea este tiempo menor será el riesgo que correremos con los alimentos, refrigerados y congelados. También dependeremos de la temperatura estacional. En verano será mucho más exigente que en invierno, de todos modos no debemos olvidar nunca que una vez que adquirimos un producto, dependerá de nosotros el mantenimiento de su inocuidad.

Fuente: Dr. Héctor Pittaluga
Bioq. MN 2173 - Director Programa de Control de Calidad de Alimentos - PROCAL - Fundación Bioquímica Argentina