Todo sabemos la conveniencia sobre no romper la cadena de frío en los alimentos. Muchas veces exigimos que los expendedores, comercios o supermercados, controlen y mantengan sus heladeras en correctas condiciones de refrigeración, pero nos olvidamos que el consumidor es el último eslabón de la cadena alimentaria y también depende de nosotros que los alimentos lleguen a nuestros hogares en buenas condiciones.
Si realizamos la compra en un supermercado donde en general son integrales, lo primordial es recordar siempre que los alimentos más delicados, es decir los refrigerados o congelados deberán siempre tener el menor tiempo de exposición a temperatura ambiente.
“Para alimentos refrigerados, congelados y súper congelados, debemos recordar que el tiempo máximo para mantenerlos a temperatura ambiente es de dos horas, siempre y cuando no estemos en períodos estivales con alta temperaturas, en este caso se recomienda que el tiempo sea el menor posible”.
Es recomendable mantener los alimentos que requieren refrigeración, juntos dentro del carro, para mantener durante más tiempo la temperaturas de ellos y no se disperse con otros alimentos que no la necesitan y que por otros lado la absorberían.
Todos estos pasos finalizarían con el pasaje por caja y el traslado a nuestros hogares en el menor tiempo posible.
Cuanto menor sea este tiempo menor será el riesgo que correremos con los alimentos, refrigerados y congelados. También dependeremos de la temperatura estacional. En verano será mucho más exigente que en invierno, de todos modos no debemos olvidar nunca que una vez que adquirimos un producto, dependerá de nosotros el mantenimiento de su inocuidad.
Fuente: Dr. Héctor Pittaluga
Bioq. MN 2173 - Director Programa de Control de Calidad de Alimentos - PROCAL - Fundación Bioquímica Argentina